El guetabingui es un tamal prehispánico, un bocadillo para los platos botaneros que se sirven en celebraciones, fiestas y fandangos de la región.
De masa y mole rojo, elaborado a base de chiles de la región, pepitas de calabaza, condimentada con una salsa cuyo ingrediente principal son las cabezas de camarón molidos en petate.
Cuando la receta haya reunido todos los ingredientes, esta bolita de masa, cuyo contenido y sabor podría ser el camarón seco o en su caso trozos de pescado, irá al horno de comizcal para después servirse, listo para ser degustado por el paladar más exigente.
Pero no es una comida fuerte, es más bien un entremes que permitirá a su elaboradora ganarse unos cuantos pesos a la hora de comercializarlo en las casas, donde la gente gusta de probarlo antes de la comida del mediodía.
En la zona lagunar, el guetabingui es más grande y regularmente es elaborado con carne de pescado, pero le añaden un ingrediente más para darle un mejor sabor y olor: El Epazote.
Se dice que hace más de un siglo, en las comunidades indigenas el guetabingui era una especie de pastel, que era elaborado con masa de maíz y miel de abeja, el cual era cocido bajo tierra, cubierto con hojas de plátano.
Se servía de noche en reuniones especiales, en ceremonias para pedir a la novia o para despedir a algún ser querido que partía al más allá.
Pero en la etapa de la revolución, la cercanía de los pueblos Istmeños con el mar, hizo que las mujeres de esta tierra hicieran de esta tortita de masa un manjar, con sabor a camarón y pescado.
Cuando bajo la verde enramada Istmeña se toque el primer son, la mujer Istmeña destapará los canastos que guardan este manjar y empezarán a distribuir la bebida a los invitados y se servirán los platillos, exquisitos todos.
En cada plato colocarán un guetabingui para abrir el apetito y para empezar a comer y beber hasta que el cuerpo aguante.
Junto a las garnachas, el pollo garnachero, los camarones al mojo de ajo, las tortitas de macabil, las bolitas de queso, las huevas de lisa, el tamal de iguana, el relleno de puerco, los pescados al horno, las tortillas de manteca, y qué decir de la torta saa, ahora el agua chile, los moles de cheguiña y de maíz quebrado, una enorme variedad culinaria del istmo de Tehuantepec, también el guetabingui se ha ganado un lugar especial en las mesas de los istmeños.
Un guetabingui caliente, suavecito en ocasiones y bien dorado a veces, se lo comen al mediodía y sin necesidad de utilizar platos, envuelto en tan solo un pedazo de papel, el aseador de calzado, el taxista, el profesor, lo mismo que un estudiante, el policía, el médico, las comadres que tomadas de la mano regresan del mercado.
Este tamal riquísimo es comida para todos, se ofrece a todo mundo y con unos cuantos pesos se puede consumir en el Istmo, siempre al mediodía.
Este es el marco ideal, el escenario perfecto para degustar este riquísimo tamal. Así son las festividades en esta región Istmeña.
El texto original de este artículo fue publicado por Sentido Istmeño Noticias el día viernes 24 de febrero de 2023.