El traslado de Rafael Caro Quintero a un hospital en Toluca provocó un fuerte operativo de seguridad por aire y tierra.
Rafael Caro Quintero fue ingresado a una cirugía ambulatoria por un padecimiento de estenosis uretral, la cual le fue practicada en el Centro Médico Adolfo López Mateos, en Toluca, Estado de México.
Actualmente este narcotraficante mexicano se mantiene preso en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, en Almoloya de Juárez, al relacionarse con el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
Desde las 6:00 horas de este lunes se inició el traslado vía aérea del ‘Jefe de Jefes’, y fue alrededor de las 7:00 horas cuando la aeronave de la Guardia Nacional (GN) se acopló en el helipuerto del citado Centro Médico gubernamental.
Por tierra, y en apoyo al helicóptero que trasladó a Caro Quintero, se implementó un fuerte operativo conformado por 71 elementos, entre soldados, de la Guardia Nacional, del Sistema Penitenciario Federal y de la policía mexiquense.
Este mismo estado de fuerza se mantuvo en torno al nosocomio y fue alrededor de las 13:00 horas cuando el helicóptero de la federación volvió a encenderse para alistar el regreso del capo sinaloense, al que se le vio por la parte de afuera del Centro Médico, transportado en silla de ruedas.
En todo momento el sujeto, quien vestía ropa en tono caqui, que es el de la prisión federal, fue custodiado por elementos armados, mientras que, al exterior del hospital, el operativo por tierra también se alistó para dar apoyo a la aeronave que regresaba a la cárcel federal de Almoloya de Juárez.
Dentro del operativo terrestre también se logró ver una ambulancia por si fuese requerida, aunque esta operación programada para Rafael Caro Quintero se efectuó sin contratiempos.
En meses pasados, la defensa del narcotraficante sinaloense alegó ante los tribunales la urgencia de que su cliente fuese operado del mal que padece desde hace años y fue hasta este lunes cuando fue ingresado a una sala de hospital.
Es de referir que Caro Quintero, de 72 años y nacido en Badiraguato, Sinaloa, tuvo su auge como narcotraficante en la década de los 80 y una vez capturado, en 1985, fue sentenciado a 40 años; sin embargo, en 2013, por un tecnicismo legal que ganaron sus abogados se ordenó su inmediata libertad.
En Julio de 2022, elementos de la Marina Armada de México lograron su recaptura en el municipio de Choix, Sinaloa, y fue ingresado a la prisión de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.
Agencia: El financiero
Foto tomada de la red.