Hace poco menos de un año, Abigail, una migrante hondureña, llegó a las instalaciones del albergue “Hermanos en el Camino” de ciudad Ixtepec en busca de refugio, sin embargo, no esperó que también encontraría el amor con el entonces sacerdote Armando Barrón Peralta.
Durante el romance de dos meses y 10 meses, el sacerdote decidió abandonar los hábitos para dejar de estar sujeto a las restricciones de la religión católica y poder contraer matrimonio.
Al respecto, la Iglesia Católica establece que un sacerdote nunca dejará de serlo, pero sí podrá decidir si le destituye del estado clerical o se suspenden sus obligaciones sacerdotales, entre ellos, la facultad de impartir los sacramentos, lo cual, ya no podrá hacer Barrón Peralta.
Por ello, el amor venció a la fe, y ayer martes Venildia Abigail López González contrajo matrimonio con Barrón Peralta en las oficinas del Registro Civil de ciudad Ixtepec a cargo de la oficial Elizabet Gurrión Matías.
Ahí, fueron acompañados por el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra como testigo de honor, quien lejos de desaprobar esta decisión, dio su respaldo a la pareja de recién casados.
El pequeño convivio se llevó a cabo en las instalaciones del albergue de migrantes “Hermanos en el Camino”, donde un numeroso grupo de personas originarias de diversos países dieron la bienvenida a los recién casados con aplausos y vivas.
Abigail de 47 años de edad, abandonó su natal Honduras ante la falta de oportunidades y la inseguridad que prevalece en ese país con la intención de llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, pero no pensó que en su camino iba a conocer a Armando de 67 años, a quien hizo su amigo, y dos meses después se casaron.
Foto: Martha Izquierdo.