Sabiduría, s. Tipo de ignorancia
que distingue al estudioso.
(A. Bierce)
A partir del mes de agosto, en los órganos electorales comenzó a resonar el cliché de “el proceso electoral está a la vuelta de la esquina”.
Y sí, estamos próximos a iniciar el mes de septiembre y con ello, no sólo vienen las arengas patrióticas, sino como lo dicen las leyes, en la primera semana de septiembre, dará inicio el proceso electoral, “el más grande de la historia” … sí, otro cliché.
Así el primer domingo de junio de 2024, México podría estar eligiendo a la primera presidenta, o quizás presidente de la República; las senadurías y diputaciones federales; y en cada uno de los treinta y un estados se renovará el congreso local (excepto Coahuila), además de la totalidad de la elección de los ayuntamientos y alcaldías, en el caso de la Ciudad de México, entonces, sí, es el proceso electoral más grande de la historia.
Y también el más complejo, porque en cada proceso hay grandes innovaciones que la cambiante legislación electoral va incluyendo, como lo han sido las acciones afirmativas, el voto electrónico, voto en prisión preventiva, voto anticipado o las figuras de diputación migrante y la reelección.
En el proceso 2021 de 213 diputados y diputadas que buscaron reelegirse 139 lo lograron, estos concluyen su encargo en el 2024. Sin embargo tienen la posibilidad de buscar ser electos nuevamente, pues la Constitución federal considera que podrán ser electos hasta por cuatro periodos consecutivos.
En los estados las legislaciones locales determinan lo conducente, por ejemplo, en Oaxaca el artículo 32 de la Constitución local señala que los legisladores locales sólo podrán ser electos hasta por un periodo adicional.
Hasta aquí, sin mayores complicaciones. Sin embargo, algunas voces ponen a la distritación electoral como el detonante del debate en la reelección.
Y ¿qué es la distritación electoral?
Es el trabajo que hace el INE por mandato Constitucional cada que se realiza un censo poblacional, que busca un equilibrio entre los distritos para garantizar el principio de representatividad en las elecciones de diputadas y diputados.
Y ¿qué cambios tiene? Básicamente conserva a nivel federal el número de 300 distritos en todo el país, sin embargo, como en el caso de Baja California pasaron de 8 a 9 distritos federales, lo que implica una nueva curul en el Congreso federal, o sea una nueva diputada o diputado para este próximo proceso. Misma situación con Yucatán que pasó de 5 a 6 diputaciones federales.
A nivel local, por ejemplo, la distritación hizo diversos ajustes, caso Oaxaca, donde se conservaron los 25 distritos electorales locales, sin embargo el distrito 14 Oaxaca Norte, ya no existe y en su lugar ahora hay un distrito 14 Villa de Etla, y en los otros distritos locales los cambios fueron en sus cabeceras distritales, por ejemplo, Acatlán de Pérez Figueroa dejó de ser cabecera del Distrito 1 y ese lugar lo ocupa San Felipe Jalapa de Díaz.
Y entonces, ¿cuál es la complicación? ¿qué tiene que ver con la reelección?
A nivel federal, la Constitución contempla la elección consecutiva hasta por cuatro periodos, en cuyo caso las 134 diputaciones que fueron electas por un nuevo periodo en 2021, pueden buscar el cargo en el 2024.
En los estados, es donde vienen posibles discusiones en los órganos jurisdiccionales.
Volvamos al caso Oaxaca, su legislación local, en el artículo 32, dice “los Diputados Propietarios podrán ser reelectos hasta por un período consecutivo adicional”, en la actual legislatura hubo tres reelecciones, en estricto sentido, ya no podrían aspirar a integrar la nueva legislatura.
Ahora bien, la distritación busca “garantizar el principio de representatividad”, pero en el caso de las diputaciones que fueron electas para algunos de los distritos que se modificaron o desaparecieron, ¿pueden volver a contender por una nueva ocasión, por un nuevo distrito? De ser así, ¿será una reelección o una nueva elección?
A diferencia de las diputaciones federales, que señala que las diputaciones corresponden a una entidad federativa a pesar de representar a todo el país, en las legislaciones locales —como la de Oaxaca— las diputaciones representan a toda la entidad, y no están obligadas a un distrito en específico.
Esta interpretación, deberá quedar clara en los lineamientos que aprueben los órganos locales electorales a nivel local, pues la especulación abriría el debate a la elección consecutiva ilimitada.
En lo particular, considero que en estricto sentido, la reelección no puede modificarse al cambiar la distritación electoral, pues el cargo a desempeñar sigue siendo el mismo y representa a la misma entidad, sin considerar su distrito local o federal.
No discutamos sobre la transparencia, rendición de cuentas o legitimidad en la representación que puedan tener quienes aspiren a una elección consecutiva, todo ello llevará a un debate mayor con análisis deontológicos del servir.
La distritación electoral, más allá del discurso político, tiene una finalidad operativa y que le sirve al INE y a los institutos locales para organizar la ubicación de casillas, impresión y distribución de boletas y garantizar el ejercicio del derecho al voto.
Es tarea de los institutos locales, reforzar el cuerpo normativo y coadyuvar con el INE con reglas claras, informando a los partidos políticos y apegándose a la máxima publicidad para que la ciudadanía esté informada y considerando estas fechas, el tiempo se acaba, porque, aunque falta mucho para junio, la elección “está a la vuelta de la esquina”.
