Luego del aumento en los actos de protesta y bloqueos carreteros en distintos puntos del estado, el secretario Gobierno, Jesús Romero López sostuvo que se mantiene una política de puertas abiertas con todos los grupos y organizaciones.
Descartó el uso de la fuerza pública, toda vez que la herramienta principal será el diálogo para escuchar sus inconformidades.
Pero también, pidió, entender que los bloqueos, tomas de oficinas, manifestaciones a quien realmente afecta es a terceros y no a los funcionarios o el gobierno.
Además, este método de protesta o medida de presión se convierte en obsoleto cuando todos y cada uno de manera individual o como organización van a ser escuchados, expresó el funcionario.
«En este gobierno con o sin bloqueo van a ser atendidos, entonces yo les he dicho a varios compañeros para que bloquean si de todos modos nos vamos a sentar», sostuvo.
Sin embargo, reconoció que este tipo de acciones se han convertido en una cultura enraizada en Oaxaca, al ser una resabia de los gobiernos anteriores.
Después del conflicto de 2006 en la entidad se incrementaron las acciones de inconformidad y de presión mediante protestas, marchas, bloqueos y tomas de oficinas.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública diariamente se registran en Oaxaca entre 3 a 5 acciones de manifestación, sobre todo en los Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec.
Mientras que en su momento, la anterior Secretaría General de Gobierno informó que son más de 200 organizaciones sociales las que tienen presencia en Oaxaca, de las cuales 20 organizaciones son las más fuertes, es decir de mayor número.
A estas, sólo en el último año de la administración estatal de Alejandro Murat a estas organizaciones se les entregó 400 millones de pesos en proyectos y obras.
