El artista plástico, Luis Zárate uno de los creadores del paisaje del Jardín Etnobotanico de Santo Domingo El Grande acusó al director de dicho espacio Alejandro De Ávila de plagiar su diseño y registrarlo como de su autoría.

En conferencia de prensa, Luis Zárate sostuvo que su participación en la construcción del diseño del invernadero se dio por invitación del maestro Francisco Toledo y el organismo civil ProOax, y dos años después Alejandro De Ávila se incorporó.

Detalló que el espacio no tuvo el registro de ninguno de sus colaboradores en el diseño, ya que se dio a base de tequio para crear un espacio para las y los oaxaqueños.

Asimismo, dijo que el director del jardín y el arquitecto Francisco González Pulido ahora lo acusa de haberse apropiado del diseño y plano de dicho espacio, sin reconocer que es él verdadero autor al 100 por ciento del diseño paisajístico, ya que la cuestión botánica la hicieron un equipo de biólogos.

«Hoy en día la historia del Jardín Etnobotánico se está olvidando, pareciera que el actual director, Alejandro De Ávila Blumber inició todo de sus pistolas y de su bolsa, eso no es cierto, es mentira», expresó.

Añadió que el hombre (Alejandro) habla en distintos espacios públicos como si el jardín fuera su creación total, ni siquiera habla del financiamiento que tuvo para el cual se formó un fideicomiso entre el INBA, Conaculta, Bellas Artes y Proax, con el fin de apropiarse de todo un acervo cultural.

Aseguró «yo actúe en el diseño del Jardín Etnobotánico como un mandato de Proax de donde fui socio fundador con el maestro Toledo, nunca cobre un peso, pero no es posible que este doctor que se incorpora dos años más tarde y ya teníamos la orientación, lleva a crear un paquete personalizado hecho a su medida olvidando su historia».

Por ello, pidió al director de jardín rectificar su error y no apropiarse de un espacio hecho para las y los oaxaqueños.

El Jardín forma parte del Centro Cultural Santo Domingo, que ocupa el antiguo Convento que fue construido en los siglos XVI y XVII para los frailes dominicos. El terreno del Jardín fue parte de la antigua huerta del convento. Este espacio sirvió como cuartel de mediados del siglo XIX hasta 1994 y estuvo ocupado por dormitorios, estacionamientos, canchas deportivas y otras instalaciones militares.