Tiempos de transformación dicen llamar algunos al panorama político por el que atraviesa nuestro país, vislumbrado en un proyecto de nación encabezado por un hombre, en este caso el presidente López Obrador, quien ha confiado en personas que “sumen” a sus ideas, sin embargo, algunas de estas han sido parte de la descomposición del proyecto que se tiene en marcha.
Seamos claros y concisos, Morena ha optado por mantener perfiles que restan al proyecto del presidente López Obrador, en todos los puestos, gobiernos, senadurías, diputaciones federales y, por supuesto, que las diputaciones locales.
Es por eso, que hay que preguntarse, ¿Qué ha pasado con nuestra representante local?, ¿Por qué la degradación de las gestiones con relación al poder legislativo en el distrito XX? ¿Son tolerables?
¡Empecemos con los antecedentes!
La diputada local por el distrito XX, quien sin hacer campaña, ni caminar los municipios de este distrito, llegó bajo el padrinazgo de uno de los hombres más oscuros de la política istmeña, el expresidente municipal de Juchitán, Alberto Reyna Figueroa.
Es muy clara la degradación y retroceso en la curul del distrito XX, viniendo de una legislatura pasada conformada por la exdiputada juchiteca Gloria Sánchez López y su proyecto legislativo de empoderamiento a la mujer indígena zapoteca y el reconocimiento a las luchas legítimas de los pueblos y comunidades indígenas de este distrito, los cuales fueron reconocidos en su momento por la población de la región del Istmo y por la propia elite política de morena en Oaxaca.
Es claro que la ciudadanía se pregunta, ¿Dónde está su representante? ¿Qué se ha hecho para continuar con un proyecto legislativo? ¿En verdad, existe una persona en la legislatura representando el distrito XX? Lo cierto es que, no se sabía absolutamente nada hasta este domingo, cuando la diputada local, Reyna Victoria Jiménez Cervantes, decidió “rendir” su primer informe legislativo a los pueblo que conforman en el distrito XX con sus “propuestas” en el Congreso de Oaxaca, entre personas afines a su grupo político de la COCEI, así como, compañeros y compañeras de la bancada de MORENA.
Un discurso vacío, sin rendición de cuentas y por supuesto, sin ninguna propuesta trascendente, fue lo que la diputada dio a conocer al pueblo que pasa por una crisis política, social y económica, un pueblo que pide seguridad, gobernabilidad y bienestar social, un pueblo que ha sido abandonado por su representante en la soberanía del estado.
Lo que hizo Reyna Victoria este domingo, solo fue leer y a medias una lista de las acciones que alguna vez su simple equipo de “asesores” le pidió exponer como un método de rendición de cuentas al pueblo de Oaxaca y, especialmente, al distrito XX, “enalteciendo” (según sus seguidores) el nulo trabajo en el Congreso de Oaxaca.
Seamos sinceros amable lector y lectora, la diputada juchiteca no ha comprendido que representa un poder y a la ciudadanía, se ha perdido con relación a las decisiones, es un florero que no ha hecho más que enriquecerse, una legisladora ausente ante su pueblo, al que se burla “rindiendo” un informe de actividades que jamás han dado resultados.
El pueblo del distrito XX no puede seguir siendo manipulado por cuotas de poder y líderes que acaparan lugares políticos, sin ninguna preparación, añoranza de cambios y sobre todo, con la convicción política de sumar a un proyecto de gran importancia en nuestro país. Que quede claro, el pueblo necesita una rendición de cuentas eficaz, con impacto en los problemas sociales y no un discurso anual para cumplir con la legalidad.